1543
De Revolutionibus Orbium Colestium
Nicolás Copérnico
Hasta mediados del s. XVI la humanidad estaba convencida de que la Tierra permanecía inmóvil y
era el centro del Universo. Todos los astros, incluido el Sol, giraban
alrededor nuestro. Realmente esto es lo que nos dicen nuestros ojos: las
estrellas cambian de posición durante la noche describiendo arcos en el cielo y
el Sol sale por el Este y se pone por el Oeste después de describir una
trayectoria curva.
El cosmos, por tanto, se organizaba así: la Tierra se situaba, inmóvil,
en su centro y todos los astros se movían girando en torno suyo.
Por si esto fuera poco La Biblia corroboraba esta
manera de ver las cosas:
"...y dijo en presencia de ellos: Sol no te
muevas de encima de Ga-baón; ni tú, Luna, de encima del valle de Agalón.
Y paráronse el Sol y la Luna hasta que el pueblo del
Señor se hubo vengado de sus enemigos."
Josué 10, 12-15
En 1543 un canónigo polaco, Nicolás Copérnico (1473-1543),
publica un libro en el que se afirmaba algo completamente distinto a lo que
todo el mundo creía: la Tierra
ni estaba inmóvil, ni ocupaba ese lugar de privilegio en el centro del
firmamento. Nuestro planeta era uno más (el tercero) de un conjunto que orbita
en círculos alrededor del Sol que permanece inmóvil en su centro.
De Revolutionibus Orbium Coelestium fue impreso el
mismo año de la muerte de Copérnico. Se afirma que los primeros ejemplares le
fueron entregados a su autor cuando éste ya se encontraba postrado en su lecho
de muerte.
La
Iglesia Católica pronto
puso las afirmaciones de Copérnico bajo sospecha ya que, aparentemente,
contradecían lo que se podía leer en Josué 10, 12-15. El Tribunal del Santo
Oficio declaró en 1616 formalmente herética la doctrina copernicana.
El libro escrito por Copérnico, a pesar de todo,
constituyó una verdadera revolución en la forma de pensar y de entender nuestro
lugar en el universo. De Revolutionibus... cambió el mundo porque cambió
nuestra manera de entenderlo.
Texto extraído de la exposición:
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